Tales estudios científicos han determinado que el aceite de oliva puede ser especialmente eficaz en casos de alto colesterol. En muchos países, otros aceites vegetales están siendo sustituidos con aceite de oliva y este introducido en los hábitos cotidianos. De este modo se puede explicar también que las poblaciones mediterráneas tengan un índice notablemente inferior de infartos cardíacos que los países nórdicos. Los valores de colesterol en estas naciones del sur también son considerablemente menores que en las poblaciones europeas nórdicas. El colesterol llamado “malo”, es decir el LDL, se ve reducido por el aceite de oliva, mientras que el “bueno” o HDL es incrementado. Esto es muy eficaz en la prevención de depósitos en los vasos sanguíneos.

El aceite de oliva tiene 9 kcal por gramo y a pesar de su contenido alto en grasa monoinsaturada (hasta un 80%), alberga prácticamente cero colesterol, mientras que también aporta unos 12 miligramos por 100gr de un importante antioxidante, la Vitamina E.

En el caso de niveles de colesterol el aceite de oliva reina como la primera y mejor opción entre los aceites. Sobre todo, la concentrada presencia de grasas monoinsaturadas puede reducir efectivamente el colesterol. Los aceites vegetales como el aceite de girasol y de cardo, por otra parte incluyen grasas poliinsaturadas mientras que las grasas animales están repletas de grasa saturada. En cuanto a los niveles de colesterol, los investigadores estaban seguros durante mucho tiempo de que las grasas saturadas como la mantequilla, la manteca, las salchichas, la carne grasa y los quesos ricos en grasa eran conducentes a un mayor incremento, mientras que las grasas poliinsaturadas las reducían. Esto sigue siendo el caso hoy en día, en principio, aunque también se ha vuelto claro que las grasas poliinsaturadas reducen los niveles de colesterol en su conjunto. Es por lo tanto, no solamente el colesterol “malo” LDL que se ve afectado, pero también el “bueno” y altamente ventajoso HDL.

Las grasas monoinsaturadas del en aceite de oliva solo causan una disminución en el LDL colesterol, es decir, el tipo de colesterol responsable por los depósitos en los vasos sanguíneos. El colesterol HDL, cual favorece la eliminación de los perjudiciales depósitos, permanece igual. Un Estudio sobre la dieta mediterránea por George Dawson confirma este hecho.

A diferencia de otros aceites, el aceite de oliva aceite de oliva presenta componentes fenólicos y otras sustancias vegetales secundarias responsables del sabor y el olor del aceite de oliva. Muchos de estos compuestos tienen efectos positivos para la salud y el bienestar.