El aceite de oliva es conocido por sus propiedades antioxidantes y efecto restrictivo sobre los radicales libres. El aceite de oliva juega un papel importante, ya que los estudios han demostrado que la ingesta regular de aceite de oliva puede prevenir y combatir la formación de tumores. Las poblaciones de los países mediterráneos padecen menos de cáncer que las poblaciones del norte de Europa, cosa que seguramente también tiene que ver con la alimentación, que a menudo comienza con el uso del aceite de oliva en la cocina.
Los antioxidantes más importantes del aceite de oliva pueden matar a células cancerosas en menos de una hora, sin atacar a las células sanas en el proceso. Científicos de la Rutgers University y del Hunger College denostaron esto en un estudio.
Muchos estudios científicos han se han dedicado al ámbito del aceite de oliva y cuales ventajas saludables ofrece el consumo de este aceite. Algunos de estos se enfocaron concretamente sobre el efecto del aceite de oliva en el caso del cáncer. Un interesante estudio de investigación se llevó a cabo en Grecia. En el estudio, se examinaron 50.000 pacientes. Los datos de los diferentes países fueron compilados y contrastados entre sí. Los pacientes de cáncer tenían diferentes formas de cáncer, tales como el cáncer de mama, cáncer de próstata y otros tipos de cáncer, descritos en el estudio. Se investigó si el consumo de aceite de oliva lograba una diferencia en el tratamiento del cáncer y la prevención de los tumores. Pronto se volvió evidente que la dieta saludable y el consumo de aceite de oliva marcaban una gran diferencia y que uno podía reducir el riesgo de cáncer con su inclusión. El desarrollo del tumor no sólo puede prevenirse, sino también ser combatido.
En 2010, investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona también propusieron en un estudio, que aceite de oliva podría ayudar a prevenir el cáncer. Como lo concluyeron los científicos, el aceite de oliva provocó un cambio en la vía de señalización de las células de cáncer de mama, lo que condujo a la apoptosis y previno el deterioro del DNS en células sanas. En el año 2016 comenzó otro estudio, con resultados positivos, sobre los resultados del consumo de aceite de oliva en relación al riesgo de sufrir de cáncer de mama, en España. Estos hallazgos son especialmente importantes ya que una dieta rica en grasas se cuenta entre los factores de riesgo relevantes. El aceite de oliva y las otras grasas «saludables» podrían actuar en una capacidad protectora, en este sentido.
El aceite de oliva contiene muchos compuestos fenólicos y aquellos antioxidantes que dotan al aceite de su sabor fuerte y amargo. Según un estudio publicado en 2005, los más potentes de estos compuestos, como el hidroxitirosol y la oleuropeína, podrían proteger de enfermedades graves como el cáncer, dejar inofensivos a los microorganismos destructivos en el cuerpo y regular el sistema inmunológico.
No obstante, debe tenerse en cuenta que la mayoría de los estudios sólo se realizan «in vitro» y que en otros contextos estos resultados sólo pueden ser alcanzados con el mayor nivel de cuidado. Sin embargo y de todos modos, estos merecen su seria consideración.