Diferentes investigaciones alrededor del mundo han llegado a la conclusión de que las grasas saludables pueden incluso mejorar la memoria.

Según un nuevo estudio clínico, una dieta mediterránea con muchos frutos secos puede retrasar la disminución de la capacidad cognitiva, así como mejorar el rendimiento cerebral, la memoria y la actividad racional.

Más allá, un estudio del año 2013 mostró que otro compuesto fenólico en el aceite de oliva, el oleocantal, actúa en capacidad neuroprotectora y puede protegernos de la enfermedad de Alzheimer, una causa principal de la demencia. Los resultados pueden explicar por qué la dieta mediterránea, en la cual se consume tanto aceite de oliva, está vinculada a un mejor rendimiento cognitivo y tasas más bajas de deterioro en el rendimiento mental.